La bebida alcohólica más antigua de la historia: se elabora a base de dos componentes muy sencillos, como son el agua y la miel. Un proceso de fermentación que actúa sobre el preparado da como resultado lo que se conoce como hidromiel o aguamiel, una preparación tradicional de exquisitos aromas. Desde las civilizaciones europeas hasta americanas y bajo distintos nombres se consumía este líquido, cuyo grado de alcohol oscila entre el 10 y el 15 por ciento.